El Centro de Interpretación Ambiental Maris Stella, una antigua iglesia convertida en espacio público en el madrileño barrio de Usera, acogió hace unos días el IV Encuentro de Comunicación Climática, última cita antes de la pausa veraniega. Medio centenar de profesionales de fundaciones, ONG y consultoras, entre ellas 10 Billion Solutions, dedicamos una jornada entera a examinar cómo hacer avanzar la acción climática en un 2025 marcado por la incertidumbre geopolítica y socioeconómica y la fatiga por los mensajes catastrofistas.
Un tablero que se mueve
Abrimos la sesión revisando el nuevo panorama político y mediático. Un representante de la European Climate Foundation recordó que la acción climática, hoy, ya no se discute en los márgenes: está en el núcleo de las disputas de poder. Eso explica la oposición frontal que encuentra y obliga a los comunicadores a buscar alianzas inesperadas con sectores empresariales, financieros o institucionales que hace solo unos años hubiera costado imaginar. La cuestión deja de ser “¿quién está en mi bando?” y pasa a ser “¿qué podemos construir con quienes estén dispuestos a avanzar, aunque sea desde diferentes valores?”.
Periodismo pos-redes: del clic fácil a la comunidad
El periodista Juanlu Sánchez, subdirector de eldiario.es y voz del pódcast Un Tema Al Día, trazó un recorrido por la evolución de los medios digitales. Hace veinte años reinaba la “ciberutopía”: bastaba con conectarse para lanzar causas al estrellato. Luego llegaron las redes sociales y el clickbait, que durante un tiempo marcaron la agenda. Hoy las noticias se consumen sobre todo a través de algoritmos que priorizan la retención y rentabilidad, desplazando contenidos complejos (como la crisis climática) hacia los márgenes.
Su receta fue sencilla: poner en el centro a las personas y sus historias, antes que a la causa. En lugar de titular con palabras que levantan muros (“crisis climática”, “migración”, “feminismo”), conviene empezar con relatos que den ganas de escuchar y, solo después, conectar con el trasfondo ambiental o social. Para sostener esas narrativas propuso reforzar el enfoque de comunidad: newsletters propias, grupos de mensajería y pódcast respaldados por redes de difusión leales.

Narrativas de futuros deseables
La experta Saya Saulière de la agencia Komons, profundizó en la dimensión social y cultural. Habló de un “cambio de era” donde convergen revolución tecnológica, desigualdad y emergencia climática, mientras las fake news se propagan más rápido que sus rectificaciones. Komons ha estudiado la conversación pública en España y detecta una carencia crónica de futuros deseables: abundan los diagnósticos catastróficos, pero faltan visiones ilusionantes que movilicen.

Su propuesta: pasar de la clásica ladder of engagement (inspiración-acción-movilización) a una red dinámica de cambio. Se trata de activar comunidades latentes a través de herramientas cotidianas (grupos de WhatsApp, comunidades existentes, voluntariados locales) y de combinar la inteligencia colectiva con la inteligencia artificial para investigar audiencias, testear mensajes y escalar rápidamente aquello que funcione. Un ejemplo tangible es la serie documental Hope! Estamos a tiempo, en la que 10 Billion Solutions ha aportado su granito de arena en la producción: historias de regeneración contadas fuera de los discursos verdes habituales, capaces de tender puentes con públicos diversos.
Tres lecciones para el futuro inmediato
- Hay mucho talento en España. Ver a medio centenar de profesionales dialogando con rigor confirma que el ecosistema de comunicación climática existe y puede crecer si se conecta mejor y comparte aprendizajes.
- Hay que actualizar el “software”. Repetir códigos ideológicos conocidos puede alienar a quienes no se sienten llamados por ellos. Necesitamos nuevos formatos, voces y símbolos que abran la conversación a perfiles conservadores, rurales, empresariales o juveniles que hoy permanecen en los márgenes. Ver la iniciativa Las 8 Españas.
- La alianza es el nuevo activismo. La transición requerirá colaboradores insospechados: desde la banca que se replantea sus carteras fósiles hasta creadores de contenido que dominan los algoritmos. Y hará falta liderar ,no seguir, la rápida integración de la IA en la estrategia de comunicación.
Una brújula reprogramada
El IV Encuentro de Comunicación Climática concluyó con un consenso claro: la época actual exige innovación, diversidad y humildad estratégica. Contar el clima ya no significa repetir gráficas de emisiones, sino redibujar horizontes que importen a personas distintas por motivos distintos. Si queremos mantener la causa viva y evitar que la polarización la devore, toca romper inercias y aventurarnos más allá de los caminos trillados.
Al fin y al cabo, la comunicación climática contemporánea no es solo difusión de datos: es un puente entre mundos. Actualizar nuestro software es, en el fondo, empezar a construir ese puente con materiales más sólidos, más creativos y, sobre todo, más compartidos.
