Del negacionismo al escepticismo climático: caldo de cultivo para la desinformación

febrero 3, 2025

“Hoy, el enemigo de una acción decidida frente al cambio climático no son los negacionistas que dicen ‘no, el cambio climático no existe’. El enemigo ahora es el escepticismo climático, muchísimo más matizado y peligroso porque no niega la existencia del cambio climático, sino que pone en duda el consenso científico sobre las causas y cuando se ponen en duda las causas, se ponen en duda las soluciones que son reducir el consumo de combustibles fósiles.”

Mariana Castaño Cano, periodista y fundadora de 10 Billion Solutions, definió así el desafío actual que representa el auge del escepticismo climático. Fue en el programa En Primera Plana de France 24 en Español emitido el 24 de enero dedicado a analizar el auge de la desinformación y cómo hacerle frente.

La desinformación, arma de manipulación en tiempos de crisis

La mesa de debate, conducida por Carlos Herranz, contó con la participación además de la periodista de investigación Sofía Álvarez y la filósofa Tania Sánchez. Las tres expertas analizaron el rol de las redes sociales, internet y los servicios de mensajería instantánea en la difusión de noticias falsas y campañas orquestadas de desinformación sobre temas tan centrales como el cambio climático o la democracia. 

Entre los factores que influyen en el auge de la desinformación se destacan: 

  • La inmediatez: Como explicó Tania Sánchez, “es mucho más fácil creerse una mentira, creerse un contenido falso que pasar una semana estudiando para tener una opinión formada.” Esta cultura de la velocidad deja poco espacio para la reflexión. 
  • El efecto cámara de eco: Mariana Castaño Cano destacó cómo los algoritmos refuerzan las opiniones preexistentes. “Estar expuesto a lo que ya sabíamos, a lo que ya pensábamos […] da una falsa visión de la opinión pública, como si todo el mundo opinara como nosotros. Eso es una tergiversación de la realidad.”
  • La desafección y desconfianza hacia los medios y las instituciones tradicionales: Según Castaño Cano, “lamentablemente, las instituciones clásicas, los políticos, la prensa, incluso la educación, están perdiendo la confianza del público.” Esto deja un vacío que la desinformación ocupa fácilmente.
  • El ruido en redes: Mariana subrayó que estamos ante una “epidemia” de “info obesidad”, donde la sobreexposición a información y mentiras nos insensibiliza y dificulta discernir entre lo verdadero y lo falso.
  • La visceralidad sobre la razón: “la emoción toca la fibra del votante más que el dato frío y contrastable”, señaló Tania. Esto explica por qué los bulos, diseñados para generar indignación, se comparten más rápido que los hechos verificados.

Las catástrofes climáticas como terreno fértil para los bulos

Los recientes fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones en Valencia o el huracán Helen, han sido un terreno fértil para la desinformación. Mariana ilustró cómo los bulos generan desconfianza en instituciones clave: “Hoy, semanas después de la catástrofe (de Valencia), todavía hay vídeos circulando en redes como Facebook e Instagram, donde se acusa a la Agencia Española de Meteorología de utilizar sus radares para desviar nubes para que hubiera más precipitaciones concentradas en la zona de Valencia.”

Sofía Álvarez añadió un punto crítico: “La mayoría de los internautas se limitan a leer titulares y notas breves sin involucrarse demasiado en la información, y aun con ello comparten.” Esta superficialidad, según ella, facilita que bulos similares se propaguen rápidamente en diferentes contextos, dejando al público sin herramientas para identificar patrones o contrastar fuentes.

Redefiniendo el papel de las plataformas digitales

Mariana Castaño Cano llamó a regular los espacios digitales con la misma responsabilidad que se exige a los medios tradicionales: “En el caso de las plataformas y no solo de las tradicionales de redes sociales y también en los servicios de mensajería, es el Far West, es el sálvese quien pueda. […] Hay que ponerle freno a esta situación con legislaciones y con observatorios más potentes, más dotados de medios.”

Más allá de la denuncia, Mariana busca soluciones y, a través de 10 Billion Solutions, trabaja para transformar las narrativas climáticas para que sean motores de cambio. También destacó la importancia de una “higiene informativa”: “Lo mismo que aprendimos con el COVID sobre higiene personal, necesitamos una higiene informativa para seleccionar las fuentes que nos informan y limitar la exposición a fuentes contaminadas.”

El esfuerzo colectivo para rescatar la verdad

El debate concluyó con propuestas concretas para frenar la desinformación, como la educación en pensamiento crítico, regulaciones sobre las tecnológicas y límites a la difusión de contenido no verificado. Mariana recordó que “estamos frente a campañas de desinformación muy bien organizadas […] que hacen mucho daño a las soluciones que necesitamos frente al cambio climático y otros temas de sociedad.”

En tiempos de crisis climática y confusión informativa, la labor de periodistas, medios y comunicadores se convierte en central para garantizar que la ciudadanía puede acceder a información veraz sobre los principales problemas que les afectan y sobre cómo solucionarlos.

El programa completo puede verse aquí.

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