Un nuevo informe científico internacional advierte de que el cambio climático ha empujado los arrecifes a un punto de inflexión (tipping point en inglés). Los arrecifes de coral de aguas cálidas están entrando en una fase de degradación generalizada y potencialmente irreversible si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero con urgencia.
El informe Global Tipping Points Report 2025, elaborado por 160 científicos de 87 instituciones en 23 países, ha sido presentado por la Universidad de Exeter y el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK).
Los arrecifes de coral, primer sistema en superar su punto de inflexión
Según el informe, los arrecifes tropicales alcanzan un punto crítico cuando la temperatura media global aumenta entre 1 °C y 1.5 °C respecto a la era preindustrial. Hoy ya estamos en torno a 1.4 °C, lo que significa que ese límite se ha sobrepasado.
Desde 2023, los corales viven el cuarto evento global de blanqueamiento, el más extenso e intenso jamás registrado, que afecta a más del 80% de los arrecifes en más de 80 países. Esto empuja a muchos sistemas más allá de su capacidad de recuperación natural.
Los arrecifes, que cubren cerca de 900.000 km2 (casi dos veces la superficie de España) y benefician directa o indirectamente a 1.000 millones de personas, son esenciales para la biodiversidad marina, la pesca y la protección costera. Su pérdida implica daños ecológicos, sociales y económicos de gran magnitud, especialmente en comunidades costeras de países en desarrollo.
Impactos en cascada: hielo, amazonas y corrientes oceánicas en riesgo
El informe también alerta sobre otros sistemas naturales que se acercan a puntos de no retorno, entre ellos:
- Las capas de hielo de la Antártida occidental y Groenlandia, que están perdiendo masa helada de forma acelerada, amenazando con un aumento de varios metros del nivel del mar.
- La selva amazónica, donde la combinación de cambio climático y deforestación podría provocar un colapso ecológico con consecuencias globales.
- La circulación oceánica del Atlántico (AMOC), cuyo debilitamiento afectaría gravemente los patrones climáticos en Europa y otras regiones, lo que tendría consecuecias muy negativas para la agricultura entre otros
Cada décima adicional de calentamiento aumenta el riesgo de activar más puntos de inflexión y desencadenar daños en cadena para el sistema terrestre.

Señales de esperanza: los “puntos de inflexión positivos”
El mismo informe subraya que existen también puntos de inflexión positivos, impulsados por cambios tecnológicos y sociales que pueden acelerar la transición. Entre ellos destacan el rápido despliegue de la energía solar y eólica, el avance de la movilidad eléctrica, las bombas de calor para refrigeración y calefacción y las mejoras en el almacenamiento de baterías.
El mensaje es claro: acelerar estos procesos puede marcar la diferencia entre un futuro de degradación continua y uno donde la humanidad consiga estabilizar el clima a tiempo.
Por qué importa en vísperas de la COP30 en Belém
A tres semanas del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático o COP30 (10 – 21 de noviembre de 2025, Belém, Brasil), este informe llega como una llamada de atención ineludible. La cumbre se celebrará en el las puertas de la Amazonía, uno de los ecosistemas que el informe considera al borde del colapso, por lo que deberían de tomarse decisiones ambiciosas en tres frentes:
- Reducción acelerada de emisiones compatibles con un límite del calentamiento máximo a1.5 °C.
- Financiación justa y suficiente para adaptación, conservación, pérdidas y daños.
- Protección de los océanos y las selvas tropicales que son pilares del equilibrio climático global.
En palabras del profesor Tim Lenton (Universidad de Exeter): “Ya no hablamos de riesgos futuros. El primer punto de inflexión global está ocurriendo ahora”.
La ventana de acción se estrecha
El informe concluye que la velocidad de la acción será decisiva. Reducir drásticamente las emisiones y proteger los ecosistemas naturales todavía puede evitar que otros puntos de inflexión, como el deshielo masivo o el colapso de la Amazonía, se activen.
El desafío ahora es convertir la evidencia científica en decisiones políticas reales.
Belém será el escenario donde el mundo deberá elegir entre continuar con la inercia o impulsar los puntos de inflexión positivos.
Puedes consultar el informe completo aquí.